Los jueces muestran los poderes que tienen bajo la toga – MANUEL BEAR

Menos mal que los jueces del tribunal supremo cobran del estado porque si no, tendría que pagarles don Feijóo de su bolsillo; esa pasta se ahorra la derecha. No es un chiste ni menos un ataque a la dignidad de los egregios magistrados sino una traslación literal de la resolución del alto tribunal que excluye de la amnistía los delitos de malversación mediante un juego de palabras que ha dejado boquiabiertos a propios y extraños.
La ley de amnistía incluye explícitamente en sus beneficios a los acusados por malversación en la causa del prusés si dicho delito se cometió al servicio del movimiento independentista y no para su beneficio particular; en claro, que utilizaron dinero público de Cataluña para operaciones políticas y no para vivir a papo de rey en Abu Dhabi. Pues bien, los ilustrados jueces han abierto una trampilla en la letra de la ley por la que esperan que se despeñen los malevos catalanes que quieren escapar de su justicia y sus cómplices del gobierno socialcomunista. El argumento togado dice así: los dirigentes independentistas se beneficiaron personalmente en sus economías privadas al utilizar dinero público porque no utilizaron dinero privado para sus fines y, por decirlo en chusco, la juerga les salió gratis. Ignoramos por qué los altos jueces no han advertido que, si don Puigdemont et alii hubieran costeado de su bolsillo el prusés, no podrían estar acusados de malversación.
Bien mirado, el argumento parece inspirado por la filosofía de don Milei, el mesías de la motosierra y santo patrón de la república de Madrid. Los indepes subvencionaron sus actividades con dinero público, así que, si no hay subvenciones, no hay independentistas, y, bueno, tampoco jueces que los juzguen, que también viven del dinero público, pero de eso hablaremos más tarde.
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