Los liberales y progres, que en Europa somos legión, vamos a tener que tragarnos los pronósticos e improperios que hemos gastado contra el gran jefe blanco, aunque el resto del mundo, según esta encuesta, reconoce también por apretada mayoría que Europa es un poder que puede tratar a Estados Unidos y China de tú a tú. La mala noticia es que los únicos que no lo creen así son los interesados; por este orden, los suizos, los británicos y los ciudadanos de la Unión Europea. Este desaliento de los europeos es simétrico al escepticismo que expresan ante las virtudes atribuidas a Trump como artífice de la paz y la prosperidad de los pueblos. Los europeos están a la cola en todos los ítems que miden la confianza que merece la nueva administración norteamericana, en la extraña compañía de Corea del Sur, cuya ciudadanía quizá teme que la amistad o cercanía tejida en el pasado por Trump con Kim Jong-un pueda ir más lejos.