La doctrina Trump para interpretar la realidad ha llegado al tribunal supremo español. No es una doctrina original y tampoco lo es su aplicación en los tribunales pues ya se sirvieron de ella el juez Freissler y el fiscal Vishinski en sendas ocasiones pretéritas y famosas. Pero desde entonces estaba en desuso, incluso proscrita, al menos en la justicia de los países democráticos. Como es sabido, esta doctrina se basa en el principio de que los hechos y las opiniones son intercambiables a gusto del que manda.